Gemidos de Oración-Tipología de la oración

CATECIMOS DE LA IGLESIA CATOLICA
2630 El Nuevo Testamento no contiene apenas oraciones de lamentación, frecuentes en el Antiguo Testamento. En adelante, en Cristo resucitado, la oración de la Iglesia es sostenida por la esperanza, aunque todavía estemos en la espera y tengamos que convertirnos cada día. La petición cristiana brota de otras profundidades, de lo que san Pablo llama el gemido: el de la creación “que sufre dolores de parto” (Rm 8, 22), el nuestro también en la espera “del rescate de nuestro cuerpo. Porque nuestra salvación es objeto de esperanza” (Rm 8, 23-24), y, por último, los “gemidos inefables” del propio Espíritu Santo que “viene en ayuda de nuestra flaqueza. Pues nosotros no sabemos pedir como conviene” (Rm 8, 26).

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 (Meditación – 18 º semana)
Fuente:  http://caritasbsas.org.ar/

¡Cuántas veces he escuchado decir, “Tenés que rezar”, “Tenés que orar más”! De la misma manera he dado yo este consejo infinidad de veces a otros. La cuestión es que no hallé quién me guíe en este tema. Hasta que hoy encontré que San Pablo dice que el Espíritu Santo ha sido enviado para guiarnos a una vida de oración: “El Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad porque no sabemos lo que hemos de pedir como conviene, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles” (Romanos 8,26).

Teniendo en cuenta lo que el apóstol dice sobre el papel del Espíritu Santo en nuestra vida de oración, le dije a Pablo:

- ¡Estoy tan confundido acerca de la oración y la hago parecer tan complicada!

- Recorriendo cualquier librería católica o cristiana, encontrarás un sin número de libros sobre el tema repletos de fórmulas o métodos detallados sobre cómo debemos orar.

- ¡Y eso que no viste mi biblioteca! Estas múltiples teorías sólo han contribuido a aumentar todo tipo de preguntas acerca de la oración.

- De hecho oí varias de ellas entre los hombres y mujeres que consumen esa bibliografía y te nombro sólo algunas:

Me han enseñado a orar según la voluntad de Dios, pero ¿cómo puedo saber su voluntad?

¿Cuándo la oración se convierte en intercesión?

¿Se mide la eficacia de la oración por el fervor, la intensidad o la cantidad de tiempo que paso de rodillas?

¿Y cómo hago para orar bien? ¿Cuentan las oraciones mentales?

¿Exactamente, para qué oro?

- Tal confusión, es tan abrumadora que llegó a causar que hasta evite orar muchas veces.

- Sin embargo no ha habido un tiempo en que las oraciones del pueblo de Dios sean más necesarias que ahora. Viven en un mundo enloquecido: “El mundo no conoce a Cristo y no lo recibe. Pero ustedes si lo conocen “(Juan 14,17). Los acontecimientos sociales empeoran: conspiraciones para robar la paz de las personas, la gente busca por todas partes una fuente de consuelo pero no lo encuentran en la psicoterapia, en psicofármacos, en corrientes orientales, en la religión muerta, o incluso en lo social.

- Es lo que dice Mateo: “Al ver Jesús a la gente, tuvo compasión, porque estaban fatigadas y abatidas, como ovejas que no tienen pastor” (9,36).

- Una de las mayores preocupaciones debiera ser mantener una vida de oración para conocerlo más. Cuando descuidamos la oración, entristecemos al Espíritu de Dios.

- ¿Es posible entristecerlo?
- Sí, es posible que nosotros deshonremos al Espíritu Santo. Lo escribí cuando exhorté: “Y no entristezcan al Espíritu Santo de Dios” (Efesios 4,30). El Espíritu comparte el dolor de Dios a causa de la incredulidad de su pueblo y la falta de oración.

- Lo que menos quisiera es entristecer al Espíritu Santo. ¿Cómo obra su gemido en la oración?

- Considera sólo algunas maneras misteriosas en que el Espíritu Santo, con su gemido juega un rol en nuestras oraciones:
A través de la oración el Espíritu Santo gime manifestando la presencia de Cristo en nosotros.
A través de la oración del Espíritu gime grabando las promesas de Dios en nuestros corazones.
A través de la oración el Consolador gime hablándonos de esperanza.
A través de la oración el Espíritu gime liberando sus ríos de consuelo, paz y descanso en nuestras almas.
- Voy a dejar que gima en mí, aún si no logro comprenderlo, me basta saber que lo alegro.

PD: “Cualquier semejanza con tu realidad, es pura Providencia” (dalugas@gmail.com).
Bocados para el Alma - Caritas Buenos Aires

Para meditar en Comunidad o en el silencio de tu corazón:

- ¿De qué manera sueles hacer tus oraciones?
- ¿Crees que orás tanto como te gustaría hacerlo?

”Espíritu Santo, te pido que gimas en mis oraciones 
para alegrarme contigo”

Don de Lenguas
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Padre Jordi Rivero
"Y así los puso Dios en la Iglesia...diversidad de lenguas." I Corintios 12, 28.

Se le llama "don de lenguas" a diferentes dones que se deben distinguir para evitar confusión:

1- El don milagroso de hablar un idioma que no se ha aprendido por la vía natural. Este don se manifestó en Pentecostés.
quedaron todos llenos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse. -Hechos 2,4
Se trata de un don milagroso. San Agustín enseña que en el comienzo de la Iglesia este don era necesario para que el Evangelio se comunicara rápidamente a todas las naciones, así todos podían recibirlo y además se daba testimonio del origen divino de su doctrina. Pero cuando la Iglesia ya hablaba los diferentes lenguajes (por medios naturales) el don se hizo menos necesario. En su tratado 32 sobre el Evangelio de San Juan, San Agustín, Padre del la Iglesia, siglo IV, escribe:
Hoy día, cuando el Espíritu Santo ha sido recibido, nadie habla en las lenguas de todas las naciones pues la Iglesia ya habla las lenguas de todas las naciones y si uno no está en ella, este no recibe el Espíritu Santo.
Santo Tomás, en su Summa Thelogia, confirma que este don milagroso de lenguas no es tan común como lo era antes. El don, sin embargo, no ha desaparecido. Entre los santos que lo ejercieron están: San Pacomio (siglo IV), San Norberto (siglo XII), San Antonio de Padua (siglo XIII), San Vicente Ferrer (Siglo XIV), San Bernardino de Siena (siglo XV) y San Francisco Javier, el gran misionero en el Oriente (siglo XVI). En cada caso el don abrió la puerta para comunicar el mensaje del Señor. En nuestro tiempo también hay numerosos testimonios de este don. Por ejemplo, sacerdotes que, en un momento de necesidad, han confesado o predicado en un idioma que desconocían.

2- Profecía en lenguas. Es el don de pronunciar profecías en un lenguaje ininteligible o desconocido por los que están presente. Estas palabras pueden ser interpretadas por alguien con el don de interpretación (sea porque conoce el lenguaje naturalmente o por un don especial). Entonces el mensaje edifica a la iglesia. Si no se interpreta, este don de lenguas se dirige solo a Dios y no a la comunidad.
Porque a uno se le da por el Espíritu palabra de sabiduría; ... a otro, poder de milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversidad de lenguas; a otro, don de interpretarlas. ( I Corintios 12, 8; 10)
Según San Pablo estos dones (lengua y su interpretación) son parte del don de profecía pero advierte que debe estar sometido al orden de la iglesia. No deben, por ejemplo, varias personas hablar en este tipo de lenguas al mismo tiempo.

3-Orar en lenguas o canto de júbilo. Este don es muy diferente a los de arriba. Por medio de el se expresa, con sonidos ininteligibles, la devoción que no se puede poner en palabras. Se ha comparado con el canto gregoriano, cuando este extiende las sílabas en una hermosa armonía de alabanza.

A diferencia del don antes mencionado, este tipo de lenguas pueden ejercerlo varias personas o muchas, de igual manera que se expresa el canto en la comunidad. Mientras unos alaban en lenguas, otros pueden alabar con palabras del vernáculo o cantar. Es un don muy sencillo por el cual el Espíritu Santo nos asiste en la oración, particularmente en la alabanza. Este don se manifiesta con frecuencia en los grupos de oración carismáticos.
Y de igual manera, el Espíritu viene en ayuda de nuestra flaqueza. Pues nosotros no sabemos cómo pedir para orar como conviene; mas el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos inefables, y el que escruta los corazones conoce cuál es la aspiración del Espíritu, y que su intercesión a favor de los santos es según Dios. (Rm 8, 26-27)
Este don de lenguas es a la vez una forma de oración bajo la influencia del Espíritu Santo y bajo el dominio de la voluntad del sujeto. Dios no viola su libertad, por lo que la persona utiliza sus facultades normales. Es por eso que la persona debe rezar en lenguas utilizando su discernimiento en cuanto al momento y la forma apropiada para ejercerlo. Puede, por ejemplo elegir rezar en lenguas en alta voz o en silencio según sea o no una distracción para otros. No se trata por lo tanto de un milagro propiamente hablando sino de un don que se acopla a las capacidades normales de la naturaleza. En la oración en lenguas no se utiliza el intelecto para formular el lenguaje. El intelecto se absorbe en adoración.
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San Agustín, Padre de la Iglesia del siglo IV, incluye el don de lenguas en el canto de "júbilo":
Mas he aquí que él Mismo (Dios) te sugiere la manera que has de cantarle: no te preocupes por las palabras, como si éstas fuesen capaces de expresar lo que deleita a Dios. Canta con júbilo. Éste es el canto que agrada a Dios, el que se hace con júbilo. ¿Qué quiere decir cantar con júbilo? Darse cuenta de que no podemos expresar con palabras lo que siente el corazón. En efecto, los que cantan, ya sea en la siega, ya en la vendimia o en algún otro trabajo intensivo, empiezan a cantar con palabras que manifiestan su alegría, pero luego es tan grande la alegría que los invade que, al no poder expresarla con palabras, prescinden de ellas y acaban en un simple sonido de júbilo.
 El júbilo es un sonido que indica la incapacidad de expresar lo que siente el corazón. Y este modo de cantar es el más adecuado cuando se trata del Dios inefable. Porque, si es inefable, no puede ser traducido en palabras. Y, si no puedes traducirlo en palabras y, por otra parte, no te es lícito callar, lo único que pueden es cantar con júbilo. De este modo, el corazón se alegra sin palabras y la inmensidad del gozo no se ve limitada por unos vocablos. Cantadle con maestría y con júbilo. (S.Agustín Salmo 32, sermón 1, 7-8: CCL 38, 253-354)>>>

Como todo don, las lenguas pueden utilizarse bien o mal.

No se debe exagerar ni minimizar la importancia de ningún don. Cada uno tiene su lugar en al plan de Dios y debe utilizarse solo a su servicio. Ningún don es prueba de santidad.
Aunque hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo caridad, soy como bronce que suena o címbalo que retiñe. I Corintios 13, 1.
Debemos aceptar con gratitud todos los dones de Dios y usarlos bien. San Pablo dice:
Doy gracias a Dios porque hablo en lenguas más que todos vosotros - I Corintios 14,18
Habiendo clarificado gratitud por el don de lenguas que el mismo posee, San Pablo escribe en el próximo versículo:
pero en la asamblea, prefiero decir cinco palabras con mi mente, para instruir a los demás, que 10.000 en lengua. -I Corintios 14,19
En las reuniones de cristianos todo don tiene su lugar en el orden que debe existir. (Cf 1 Cor 14, 39-40)

El don de lenguas también es una gran ayuda en la oración privada.

Los sacerdotes y líderes de grupos tienen una responsabilidad de enseñar el uso correcto de los dones. Deben ayudar a vencer las dudas y otros obstáculos como también advertir sobre los excesos. De igual manera, no es justo condenar un don de Dios porque algunos lo hayan mal usado o mal interpretado.

Las lenguas no son una "señal" para los creyentes

San Pablo:
Así pues, las lenguas sirven de señal no para los creyentes, sino para los infieles; en cambio la profecía, no para los infieles, sino para los creyentes. I Corintios 14, 22
San Pablo no está sugiriendo que no se use el don entre creyentes. Solamente dice que no se tenga entre ellos como señal. Y es que algunos enseñan falsamente que el don de lenguas es señal de elección o de santidad o asumen que si no hay oración en lenguas no está actuando el Espíritu Santo. Estos errores se deben condenar. San Pablo exhorta a la madurez, a valerse con gratitud de todos los dones pero no fascinarse con los dones mas visibles, sino reconocer el lugar de cada uno. El de lenguas es inferior a los demás dones y virtudes.

El don de lenguas, siendo para el bien de la Iglesia, nos ayuda a abrirnos a otros dones. Pero esto solo ocurre si el corazón está bien ordenado según la sana doctrina.

Testimonio: El don de lenguas ha sido una gran ayuda para abrir mi corazón en oración. Una vez explicado correctamente en el contexto de una comunidad que acepta el don, las lenguas son recibidas por muchos y la comunidad incrementa su alabanza. En nuestra experiencia, el don de lenguas, una vez recibido, permanece como don. Pero muchas veces se abandona como si fuese un don solo para principiantes. Si se desprecia el don, si se puede perder. Tenemos una tendencia a estar en control y convertir los grupos de oración en grupos de discusión o compartir, cosas buenas en sí pero que no deben sustituir la alabanza.
www.corazones.org


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¡PRONTO ESTOY SEÑOR!

Señor, Tú me estás llamando.
Y yo tengo miedo de decirte que sí.
Tú me buscas y yo trato de esquivarte.
Tú quieres apoderarte de mí y yo me resisto,
Y así no acabo de entender
Qué es lo que deseas de mí.

Tú esperas una entrega completa.
Es cierto, y yo a veces estoy dispuesto a realizarla
En la medida de mis fuerzas.
Tu gracia me empuja por dentro
Y en esos momentos todo me parece más fácil

Pero bien pronto me planto, vacilo,
Apenas me doy cuenta de lo que tengo que sacrificar
Delante de una dolorosa ruptura definitiva.

Señor, sufro en ansia, combato en la noche.
Dame fuerzas para no rehusar.
Ilumíname en la elección de lo que Tú deseas.
Estoy dispuesto, Señor.