Novena para los fieles difuntos





INDICE
Meditación
Oración inicial
Oración final y responso

Rezar la oración del día que corresponda:

DÍAS
h 1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 | 7 | 8 | 9



Santos son quienes se distinguen por sus virtudes heroicas durante la vida y que la Iglesia honra como Santos, sea por la autoridad de su ordinario y universal magisterio o por una definición solemne llamada canonización. Para que la Iglesia reconozca oficialmente la santidad de una persona es necesario que esta se halle ya en gloria, que se la pueda invocar en todas partes y que sus virtudes, durante la vida o el martirio, sirvan de testimonio y ejemplo a los fieles cristianos.

La Iglesia honra a los Santos que están ya con el Señor en la Gloria porque, con el ejemplo de su vida heroica nos sirven de estímulo y además porque interceden ante Dios por nosotros.

Nuestra unión con Cristo hace que estemos unidos con todos aquellos que forman parte de la gran familia de Dios, la Comunión de los Santos. Nosotros, en la tierra, miembros de la Iglesia militante, todavía presentamos batalla como buenos soldados de Cristo; todavía caminamos a la Casa del Padre. Entre tanto, somos ayudados y animados por los victoriosos y santos miembros de la familia, la Iglesia triunfante de Cristo en el Cielo. Honremos a los Santos y esforcémonos por imitar sus ejemplos y vidas virtuosas.

El amor y unión que disfrutamos en la Comunión de los Santos se manifiesta también por la práctica de invocar a los Santos del Cielo como nuestros patronos e intercesores ante Dios. Intercesión muy poderosa porque han manifestado en la tierra tener mucho amor de Dios. Además, porque es una manera de participar en los méritos que ganamos con sus vidas heroicas.

Desde los primeros siglos del Cristianismo se ha llamado Santo o Beato Patrón a aquel que alguna comunidad, organización, lugar o persona haya escogido como especial intercesor ante Dios. Costumbre que tuvo origen en el hecho de que al cambiar de nombre indicaba la transformación en la persona misma. Por ejemplo: Abram es Abraham, Simón Pedro, Saulo en Pablo. La costumbre también es debida a la practica de haberse construido iglesias sobre tumbas de mártires.

En el Bautismo y Confirmación recibimos el nombre de un Santo a quien imitar y encomendarnos. Debemos encomendar frecuentemente al Santo Patrón nuestras necesidades de alma y cuerpo, especialmente en la fiesta del Santo. Se le puede honrar, por ejemplo, haciendo una novena en su honor.

LA PALABRA DE DIOS

¡Oh Señor! por tu sangre compraste para Dios a hombre de toda raza, de toda lengua, pueblo y nación. Los hiciste reino y sacerdotes para nuestro Dios y dominarán toda la tierra" (Ap 5, 9-10). "Nosotros somos el Templo de Dios vivo. Ya lo dijo la Escritura: ‘Habitaré y viviré en medio de ellos, seré su Dios y ellos serán mi pueblo’" (2 Cor 6,16). "El que a ustedes los llamó es Santo y también ustedes han de ser santos en toda su conducta, según dice la Escritura: ‘Ustedes serán santos porque yo lo soy’". (1 Pe 1, 15-16)
INDICE




ORACION INICIAL
Oración propia de la Novena

Gran Santo ___, te escogieron en mi Bautismo como guardián y testigo de mis obligaciones. Bajo tu nombre fui entonces hecho hijo de Dios por adopción, renuncie a Satanás, a sus obras y falsas promesas. Con tu poderosa intercesión ven en mi ayuda para que yo cumpla aquellas sagradas promesas. Tu también las hiciste en los días de tu peregrinación por la tierra. Tu fidelidad en conservarlas hasta el fin te ha merecido la vida eterna.

Yo estoy llamado a la misma felicidad que tu disfrutas ya. Se me ofrece la misma ayuda con que tu pudiste conseguir la vida eterna. Tu venciste las tentaciones que yo experimento.

Ruega por mí, Santo Patrón, para que, inspirado por tu ejemplo y asistido con tus oraciones, pueda yo llevar una vida santa, tener una muerte dichosa y alcanzar Vida Eterna, alabar y dar gracias a Dios en el Cielo contigo.

Te suplico ruegues a Dios que, si es su voluntad, me conceda esta gracia particular. (Mencione el favor que desea).
INDICE




ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS

Oh María, Madre de misericordia: acuérdate de los hijos que tienes en el purgatorio y, presentando nuestros sufragios y tus méritos a tu Hijo, intercede para que les perdone sus deudas y los saque de aquellas tinieblas a la admirable luz de su gloria, donde gocen de tu vista dulcísima y de la de tu Hijo bendito.

Oh glorioso Patriarca San José, intercede juntamente con tu Esposa ante tu Hijo por las almas del purgatorio.

V. No te acuerdes, Señor, de mis pecados.
R. Cuando vengas a purificar al mundo en fuego.
V. Dirige, Señor Dios mío, a tu presencia mis pasos.
R. Cuando vengas a purificar al mundo en fuego.
V. Dales, Señor, el descanso eterno y luzca para ellos la luz eterna.
R. Cuando vengas a purificar al mundo en fuego.

Padrenuestro.

V. De la puerta del infierno
R. Saca, Señor, sus almas.
V. Descansen en paz.
R. Amén.
V. Señor, oye mi oración.
R. Y llegue a ti mi clamor.

Responso
Oremos. Oh Dios mío, de quien es propio compadecerse y perdonar: te rogamos suplicantes por las almas de tus siervos que has mandado emigrar de este mundo, para que no las dejes en el purgatorio, sino que mandes que tus santos ángeles las tomen y las lleven a la patria del paraíso, para que, pues esperaron y creyeron en ti, no padezcan las penas del purgatorio, sino que posean los gozos eternos. Por Cristo nuestro Señor. Amén.

V. Dales, Señor, el descanso eterno.
R. Y luzca para ellos la luz perpetua.
V. Descansen en paz.
R. Amén.
INDICE






Meditación
Por la señal, etc.
Señor mío Jesucristo, etc.
Oración inicial

Señor mío Jesucristo, que quieres que tengamos suma delicadeza de conciencia y santidad perfecta: te rogamos nos la concedas a nosotros; y a los que por no haberla tenido se están purificando en el purgatorio, te dignes aplicar nuestros sufragios y llevarlos pronto de aquellas penas al cielo. Te lo pedimos por la intercesión de tu Madre purísima y de San José.

Terminar con la oración final y el responso.
INDICE






Meditación
Por la señal, etc.
Señor mío Jesucristo, etc.
Oración inicial

Señor mío Jesucristo, que eres cabeza de todos tus fieles cristianos que en ti nos unimos como miembros de un mismo cuerpo que es la Iglesia: te suplicamos nos unas más y más contigo y que nuestras oraciones y sufragios de buenas obras aprovechen a las ánimas de nuestros hermanos del purgatorio, para que lleguen pronto a unirse a sus hermanos del cielo.

Terminar con la oración final y el responso
INDICE






Meditación
Por la señal, etc.
Señor mío Jesucristo, etc.
Oración inicial

Señor mío Jesucristo, que a los que pecan castigas con justicia en esta vida o en la otra: concédenos la gracia de nunca pecar y ten misericordia de los que, habiendo pecado, no pudieron, por falta de tiempo, o no quisieron, por falta de voluntad y por amor del regalo, satisfacer en esta vida y están padeciendo ahora sus penas en el purgatorio; y a ellos y a todos llévalos pronto a su descanso.

Terminar con la oración final y el responso
INDICE
.





Meditación
Por la señal, etc.
Señor mío Jesucristo, etc.
Oración inicial

Señor mío Jesucristo, que exiges la penitencia aun de los pecados veniales en este mundo o en el otro: danos temor santo de los pecados veniales y en misericordia de los que, por haberlos cometido, están ahora purificándose en el purgatorio y líbralos a ellos y a todos los pecadores de sus penas, llevándoles a la gloria eterna.

Terminar con la oración final y el responso
INDICE






Meditación
Por la señal, etc.
Señor mío Jesucristo, etc.
Oración inicial

Señor mío Jesucristo, que a los regalados en esta vida, que no pagaron por su culpa o no tuvieron bastante caridad con el pobre, castigas en la otra con la penitencia que aquí no hicieron: concédenos las virtudes de la mortificación y de la caridad y acepta misericordioso nuestra caridad y sufragios, para que por ellos lleguen pronto a su descanso eterno.

Terminar con la oración final y el responso
INDICE






Meditación
Por la señal, etc.
Señor mío Jesucristo, etc.
Oración inicial

Señor mío Jesucristo, que quisiste que honrásemos a nuestros padres y parientes y distinguiésemos a nuestros amigos: te rogamos por todas las ánimas del purgatorio, pero especialmente por los padres, parientes y amigos de cuantos hacemos está novena, para que logren el descanso eterno.

Terminar con la oración final y el responso
INDICE






Meditación
Por la señal, etc.
Señor mío Jesucristo, etc.
Oración inicial

Señor mío Jesucristo, que a los que no se preparan a tiempo para la muerte, recibiendo bien los últimos sacramentos y purificándose de los residuos de la mala vida pasada, los purificas en el purgatorio con terribles tormentos: te suplicamos, Señor, por los que murieron sin prepararse y por todos los demás, rogándote que les concedas a todos ellos la gloria y a nosotros recibir bien los últimos sacramentos.

Terminar con la oración final y el responso
INDICE







Meditación
Por la señal, etc.
Señor mío Jesucristo, etc.
Oración inicial

Señor mío Jesucristo, que a los que vivieron en este mundo demasiado aficionados a los bienes terrenales y olvidados de la gloria, los retienes apartados del premio, para que se purifiquen de su negligencia en desearlo: calma, Señor misericordioso, sus ansias y colma sus deseos, para que gocen pronto de tu presencia, y a nosotros concédenos amar de tal manera los bienes celestiales, que no deseemos desordenadamente los
terrenos.

Terminar con la oración final y el responso
INDICE







Meditación
Por la señal, etc.
Señor mío Jesucristo, etc.
Oración inicial

Señor mío Jesucristo, cuyos méritos son infinitos y cuya bondad es inmensa: mira propicio a tus hijos que gimen en el purgatorio anhelando la hora de ver tu faz, de recibir tu abrazo, de descansar a tu lado y; mirándolos, compadécete de sus penas y perdona lo que les falta para pagar por sus culpas. Nosotros te ofrecemos nuestras obras y sufragios, los de tus Santos y Santas; los de tu Madre y tus méritos; haz que pronto salgan de su cárcel y reciban de tus manos su libertad y la gloria eterna.

Terminar con la oración final y el responso

INDICE

[alma llevada al cielo de W. A. Bouguereau]
Alma llevada al cielo. 1878. A. W. Bouguereau.
Cortesía de 
ArtMagic