En la víspera de la Navidad, las familias cristianas se reúnen junto al Nacimiento y arrullan al Niño Dios.
Opus Dei
Preside el Papá o la Mamá.
Papá: Para prepararnos a recibir a Dios, que se hizo hombre para salvarnos, reconozcamos que somos pecadores y que necesitamos su salvación.
Todos: Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante ustedes hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso, ruego a Santa María, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes, hermanos que intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor.
Papá o Mamá: Recordemos lo que pasó aquella bendita noche hace casi dos mil años. Leer Evangelio de San Lucas 2, 1-12.
En aquella época apareció un decreto del emperador Augusto, ordenando que se realizara un censo en todo el mundo. Este primer censo tuvo lugar cuando Quirino gobernaba la Siria. Y cada uno iba a inscribirse a su ciudad de origen. José, que pertenecía a la familia de David, salió de Nazaret, ciudad de Galilea, y se dirigió a Belén de Judea, la ciudad de David, para inscribirse con María, su esposa, que estaba embarazada.
Mientras se encontraban en Belén, le llegó el tiempo de ser madre; y María dio a luz a su Hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el albergue.
En esa región acampaban unos pastores, que vigilaban por turno sus rebaños durante la noche. De pronto, se les apareció el Angel del Señor y la gloria del Señor los envolvió con su luz. Ellos sintieron un gran temor, pero el Angel les dijo: «No teman, porque les traigo una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo: Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor. Y esto les servirá de señal: encontrarán a un niño recién nacido envuelto en pañales y acostado en un pesebre».
Papá o Mamá: Esta es palabra de Dios.
Todos: Te alabamos, Señor.
Papá: Antes de colocar al Niño Jesús en el Nacimiento, (el más pequeño de la familia) va a dárnoslo a besar. Ya que todos lo hayan besado, se colocará al Niño Dios en el pesebre.
Villancico: Se canta o se escucha mientras se besa al Niño. Al acabar, se hacen las peticiones.
Peticiones: Papá: Pidámosle al Niño Dios, que así como es el centro de este nacimiento hoy, sea todos los días, el centro de nuestra vida.
Todos: Te lo pedimos, Señor.
Papá: Que Jesús, que pudiendo haber nacido rico quiso nacer pobre, nos enseñe a estar contentos con lo que tenemos.
Todos: Te lo pedimos, Señor.
Papá: Que Jesús, que vino a perdonarnos, nos enseñe a no ser rencorosos con los demás.
Todos: Te lo pedimos, Señor.
Papá: Que Él, que vino a fundar la mejor familia del mundo, haga que en la nuestra reine siempre el amor, la unión y el deseo de ayudarnos mutuamente y a las demás familias.
Todos: Te lo pedimos, Señor.
Oración para la cena de Navidad
Papá: Hoy, Nochebuena, tenemos de manera especial y como centro de nuestra familia, a Jesucristo, nuestro Señor. Vamos a encender un cirio en medio de la mesa para que ese cirio nos haga pensar en Jesús y vamos a darle gracias a Dios por habernos enviado a su Hijo Jesucristo.
Gracias Padre, que nos amaste tanto que nos diste a tu Hijo.
Señor, te damos gracias.
Gracias Jesús por haberte hecho niño para salvarnos.
Señor, te damos gracias.
Gracias Jesús, por haber traído al mundo el amor de Dios.
Señor, te damos gracias.
Señor Jesús, Tú veniste a decirnos que Dios nos ama y que nosotros debemos amar a los demás.
Señor, te damos gracias.
Señor Jesús, Tú veniste a decirnos que da más alegría el dar que el recibir,
Señor, te damos gracias.
Señor Jesús, Tú veniste a decirnos que lo que hacemos a los demás te lo hacemos a Ti.
Señor, te damos gracias.
Gracias María, por haber aceptado ser la Madre de Jesús.
María, te damos gracias.
Gracias San José, por cuidar de Jesús y María.
San José, te damos gracias.
Gracias Padre, por esta noche de paz, noche de amor, que Tú nos has dado al darnos a tu Hijo. Te pedimos que nos bendigas, que bendigas estos alimentos que dados por tu bondad vamos a tomar y bendigas las manos que los prepararon, por Cristo Nuestro Señor, Amén.
Papá: Hoy, Nochebuena, tenemos de manera especial y como centro de nuestra familia, a Jesucristo, nuestro Señor. Vamos a encender un cirio en medio de la mesa para que ese cirio nos haga pensar en Jesús y vamos a darle gracias a Dios por habernos enviado a su Hijo Jesucristo.
Gracias Padre, que nos amaste tanto que nos diste a tu Hijo.
Señor, te damos gracias.
Gracias Jesús por haberte hecho niño para salvarnos.
Señor, te damos gracias.
Gracias Jesús, por haber traído al mundo el amor de Dios.
Señor, te damos gracias.
Señor Jesús, Tú veniste a decirnos que Dios nos ama y que nosotros debemos amar a los demás.
Señor, te damos gracias.
Señor Jesús, Tú veniste a decirnos que da más alegría el dar que el recibir,
Señor, te damos gracias.
Señor Jesús, Tú veniste a decirnos que lo que hacemos a los demás te lo hacemos a Ti.
Señor, te damos gracias.
Gracias María, por haber aceptado ser la Madre de Jesús.
María, te damos gracias.
Gracias San José, por cuidar de Jesús y María.
San José, te damos gracias.
Gracias Padre, por esta noche de paz, noche de amor, que Tú nos has dado al darnos a tu Hijo. Te pedimos que nos bendigas, que bendigas estos alimentos que dados por tu bondad vamos a tomar y bendigas las manos que los prepararon, por Cristo Nuestro Señor, Amén.
Pensamientos para leer en Nochebuena
Si en tu corazón hay un poco más de amor, es Navidad.
Si has decidido perdonar a alguien, es Navidad.
Si buscas a Dios de verdad, es Navidad.
Su aumenta el gozo de tu fe cristiana, es Navidad.
Si en tu alma florece la esperanza, es Navidad.
Si trabajas por la justicia entre los hombres, es Navidad.
Si tienes deseos de vivir y los comunicas a los demás, es Navidad.
Si sabes sufrir con amor, es Navidad.
Si eres perseguido o se ríen de ti por causa del Evangelio, es Navidad.
Si te alegras de ser hijo de Dios en la Iglesia, es Navidad.
Si en tu corazón hay un poco más de amor, es Navidad.
Si has decidido perdonar a alguien, es Navidad.
Si buscas a Dios de verdad, es Navidad.
Su aumenta el gozo de tu fe cristiana, es Navidad.
Si en tu alma florece la esperanza, es Navidad.
Si trabajas por la justicia entre los hombres, es Navidad.
Si tienes deseos de vivir y los comunicas a los demás, es Navidad.
Si sabes sufrir con amor, es Navidad.
Si eres perseguido o se ríen de ti por causa del Evangelio, es Navidad.
Si te alegras de ser hijo de Dios en la Iglesia, es Navidad.