Divino Niño Jesús, por los méritos de tu infancia, vengo hoy a pedirte sabiduría, porque teniendo sabiduría podré comprender todas las cosas que suceden en el mundo y en mi vida según los ojos de Dios, según tú lo ves, y así no quedaré confundido ni engañado por el Maligno.
Pequeño Niño Jesús, tú eres la misma Sabiduría, por eso te pido que te entregues a mí completamente y así yo seré sabio y prudente, escogiendo lo verdadero y noble, y despreciando lo falso y rastrero.
¡Cuánta necesidad tiene el mundo de ti, que eres la Sabiduría encarnada!
El mundo tiene también su sabiduría mundana, que es opuesta a ti, que es sabiduría satánica.
Yo quiero ser sabio como los pastores que fueron a adorarte a Belén, como los Reyes Magos que también te adoraron.
Quiero tener un corazón sencillo pero a la vez muy sabio, que me descubra tus secretos y que me coloque en tu camino.
Pequeño Señor, te amo con todo mi corazón y espero que me concedas tu sabiduría, como en otro tiempo se la concediste a Salomón.
Y también te pido que me des a tu Madre, que es el Trono de la Sabiduría, ya que teniéndola a Ella como Amiga, te tendré a ti también.
Divino Niño, ayúdame a dar importancia a lo que realmente la tiene, y a no preocuparme por lo que se ocupan y preocupan los mundanos, olvidados del Cielo y de la eternidad, absorbidos en lo material y pasajero.
Niñito Jesús, ya te doy gracias porque sé que me concederás lo que te pido.
¡Te amo con toda mi alma!
Publicado por PERLA