CATECISMO DE LA IGLESIA CATOLICA
2628 La adoración es la primera actitud del hombre que se reconoce criatura ante su Creador. Exalta la grandeza del Señor que nos ha hecho (cf Sal 95, 1-6) y la omnipotencia del Salvador que nos libera del mal. Es la acción de humillar el espíritu ante el “Rey de la gloria” (Sal 14, 9-10) y el silencio respetuoso en presencia de Dios “siempre [...] mayor” (San Agustín, Enarratio in Psalmum 62, 16).
La adoración de Dios tres veces santo y soberanamente amable nos llena de humildad y da seguridad a nuestras súplicas.
La bendición, en la oración cristiana, es posible debido a que Dios sale al encuentro del hombre. Dios ama primero al hombre, Dios bendice primero al hombre. Y por esta razón, el hombre puede bendecir a Dios. La adoración es el reconocimiento, por el hombre, de su condición de criatura delante de su Creador. La humildad del hombre frente a un Dios tres veces santo.
La adoración añade a la alabanza y bendición la consideración del hombre en cuanto criatura e implica el reconocimiento de la propia pequeñez ante Dios; es el acto por el que la persona entera, cuerpo y alma, reconoce su total dependencia de Dios[3].
La adoración se incluye en la categoría de culto denominada latría, o sea, aquel culto que se dirige sólo a Dios, como se recoge en el primer mandamiento del Decálogo. Se trata de un culto específicamente diverso de la veneración mostrada, por ejemplo, a los santos. La veneración a éstos se denomina dulía. La veneración particular a la Virgen María se llama hiperdulía.
La adoración va mas allá de la oración. Cuando uno adora es porque el corazón esta rebosando por el enamoramiento hacia Dios. Por lo tanto la adoración es una actitud de postrarse ante Dios, como respeto que nace del corazón enamorado hacia el. La persona que adora tiene actitud mas que de alabancero es de adoración hacia el. Jesús mismo le dice a la samaritana que el padre “busca adoradores en espíritu y en verdad”.
Oración de entrega (Adoración)
Es una oración de entrega a la Voluntad de Dios, de abandono en Dios y en sus planes.
Es también oración de adoración al Señor, en la cual nos reconocemos como lo que somos: sus creaturas, totalmente dependiente de El, aceptando todo lo que disponga para nuestra existencia.
Oración de entrega indispensable es elOfrecimiento del día cada mañana y el ofrecimiento de uno mismo en el Ofertorio de la Santa Misa.
OFRECIMIENTO DEL DIA:
Te ofrezco, Señor, este día. Soy tuyo, el día es tuyo. Haz conmigo lo que quieras. “Aquí estoy, Señor, para hacer tu Voluntad” (1 Sam 3, 4).
fuente: Buenanueva.net
Para adorar a Dios primero tenemos que darnos cuenta que dependemos totalmente de El. Esto no lo podemos olvidar.
¿Te has dado cuenta de que cada latido de tu corazón depende de Dios y no de ti?(!!!) ¿Tú puedes hacer latir tu corazón si llegara a pararse? Y si dependemos de El y El es nuestro Dueño, no nos queda más que entregarnos a su Voluntad, a lo que El quiere de nosotros.
En eso consiste adorar a Dios.
12. ¿Por qué adorar a Dios?
Vamos a ver si recordamos cuál es el Primer Mandamiento: Amar a Dios sobre todas las cosas.
Pero ustedes saben cómo le expresó Dios a Moisés este Primer Mandamiento y hasta lo escribió El mismo en las tablas de piedra?
Vamos a ver cómo expone el mismo Jesucristo este Mandamiento, cuando fue tentado por el Demonio en el desierto. Jesús le respondió a una de las tentaciones con este mandamiento enunciado así: “Adorarás al Señor tu Dios y a El sólo servirás” (Mt. 4, 10) (de Dt 6,13-14).
13. Entonces ... ¿Qué significará Adorar a Dios?
Es saber que Dios nos ha creado (no olvidar nunca esto). Y, si nos ha creado, El es nuestro Dueño. ¿Sí o no?
Vamos a ver, si alguno de ustedes fabrica un objeto, planta una matita, prepara un postre... ¿quién es el dueño de eso? El que lo hizo ¿no? Y para fabricar nosotros algo, tenemos que contar con materiales que no hemos hecho nosotros, sino que nos han llegado de alguna manera.
Ahora imagínense ustedes ... ¡si Dios nos hizo a cada uno y nos hizo de la nada! Y nos hizo por Amor, porque quería compartir con nosotros su Amor Infinito y su Felicidad Perfecta. ¿Quién es el Dueño, entonces?
14. Y si El es nuestro Creador y nuestro Dueño ... ¿qué somos nosotros?
Si Dios nos ha creado, nosotros somos sus creaturas (porque nos ha hecho) y sus criaturas (porque nos cría, nos sigue cuidando y alimentando).
Si es nuestro Dueño, somos de Dios. Somos posesión de Dios. Yo le pertenezco a Dios.
15. Como la Adoración es la forma más elevada de oración, a esa forma de oración tenemos que apuntar ¿no? No significa que no oremos de otras maneras, pero debemos acostumbrarnos a siempre que podamos adorar a Dios.
Vamos a resumir lo que significa la Adoración. Y vamos adorar a Dios, vamos a hacer la oración de Adoración:
¿Qué es adorar a Dios?
Es reconocerlo como nuestro Creador y nuestro Dueño
Adorar a Dios, entonces, es darme cuenta
que dependo de El. Y, si dependo de El, me entrego a El y a lo que El desee de mí: me entrego a su Voluntad
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MEMORIZACION EJERCICIO de ORACION Tú eres mi Creador, yo tu creatura, Tú eres mi Hacedor, yo tu hechura, Tú eres mi Dueño, yo tu propiedad. Aquí estoy para hacer tu Voluntad. |
Tipo de Oraciones: Adoración y Alabanza
Intenta esto la siguiente vez que ores. Durante los primeros 10 minutos no le pidas nada a Dios, en lugar de eso, ora expresiones de amor y adoración a Él. Enfócate en sus cualidades, concéntrate en que Él es digno. ¿Sabes qué sucederá? Comenzarás a pedir cosas a Dios antes de que pasen 10 minutos.Hacer este tipo de oraciones es todo un reto porque:
a) Se nos acaban las cosas qué decir.
b) A veces, sientes que no eres sincero, que sólo dices cosas por decir.
c) Hemos asociado la oración con petición de cosas.
d) Somos más auto-concentrados que Dios-concentrados (difícil de admitir pero verdadero). La oración que hacemos ¡tiene que ver más con nosotros y nuestras necesidades!.
Adoración y Alabanza
Las oraciones de adoración y alabanza son oraciones en las cuales exaltamos la grandeza de Dios, es decir, reconocemos por encima de cualquier necesidad, emoción, idea o preocupación, lo grande que es Él. Dicho de otro modo, decidimos enfocarnos en Él por encima de cualquier cosa que estemos pasando, para adorarlo y expresarle nuestro amor.
La mayoría de las oraciones que encontramos en la Biblia comienzan expresando un profundo conocimiento de Dios, inician con reconocimiento y adoración. Oh Señor, Dios de nuestros padres, ¿No eres tú el Dios que está en el Cielo? Tú gobiernas sobre todos los reinos de las naciones. Poder y fuerza están en tu mano, y nadie puede resistirte. Oh Dios nuestro, ¿No dirigiste tú la tierra inhabitada antes de que se la dieras a tu pueblo Israel y los descendientes de Abraham tu amigo? El Rey Josafat hizo esta oración cuando enfrentó las fuerzas de Amón y Moab.
Nuestra tendencia, sin embargo, es a brincarnos inmediatamente a las peticiones, si fuéramos el Rey Josafat diríamos: “¡Señor ayúdanos a vencer a los amonitas y moabitas!”. Pero notemos que este rey comenzó reconociendo quién era Dios. Incluso el Padre Nuestro de Jesús comienza diciendo: Padre Nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre…”, ¡Las peticiones llegan mucho después!
La adoración nos ubica
No solamente debemos empezar adorando porque Él sea completamente digno de ello, sino porque algo sucede en nosotros cuando oramos así. Nos convertimos en lo que realmente debemos ser, colocamos nuestras almas bajo su señorío y autoridad, obtenemos el punto de vista correcto, nuestra fe se levanta, empezamos a ver a Dios como realmente es y a nuestras necesidades del tamaño que en verdad son.
Dios es todo lo que necesitamos, redentor, sanador, pastor, proveedor, consuelo, protección, amigo, es incluso ¡mucho más de lo que podemos darnos cuenta! La realidad de quién es Dios mueve nuestros pensamientos y nuestro corazón, nos damos cuenta de que Él es nuestro redentor, nuestro proveedor,nuestro sanador, etc. Nos ayuda a despertar a la realidad al declarar verbalmente su carácter.
Ideas para ayudarte a entrar en un tiempo de adoración
Comunica tu amor y afecto
Hay una libertad indescriptible cuando le declaramos nuestro amor verbalmente a Dios. Habrá veces que le adorarás y abrirás tanto el corazón que te gastarás todo el tiempo en adoración sin orar ninguna otra cosa más. Nada satisface más nuestra alma que amarlo y adorarlo ¡para esto fuimos creados! Nada toca, alegra y enternece más el corazón de un padre que las palabras de amor y honor que sus hijos le dicen con un corazón libre y agradecido.
Ideas para tu Oración de Hoy
En tu siguiente tiempo de oración, usa los primeros 15 minutos para expresarle a Dios lo bueno que Él es y lo mucho que lo amas. Resiste la tentación de comenzar a pedir cosas. Solamente disfruta las cualidades, atributos y características de Dios.
1. Si ya no sabes que decir, canta algunas adoraciones.
2. Usa los nombres de Dios y Jesús para adorarlo.
3. Usa un diccionario y haz una pequeña lista de las maneras en que Dios mismo se ha mostrado a sí mismo en tu vida.