La devoción al Niño Jesús empezó a recorrer en marcha triunfal a toda Europa desde hace 300 años, ya a América llegó acompañada de miles de prodigios desde el siglo pasado ganándose el alma popular en poco tiempo. Veamos entonces algunos ejemplos: | Recordemos ante todo lo que honramos con la devoción al Divino Niño, no es una imagen de yeso u otro material, sino la Infancia de Jesús, sus doce primeros años, los años de la hermosísima inocencia y contagiosa amabilidad, los años de la niñez de Jesús; todo los méritos que El ganó para nosotros en sus 12 primeros años de vida. Por los méritos de la Infancia de Jesús pedimos favores a Dios. Las estatuas, las imágenes, los cuadros no hacen milagros, porque son de yeso, madera etc. El que hace milagro es Jesús mismo que escucha nos recuerda al amable Redentor que nos escucha desde el cielo. |
En Checoslovaquia, el cardenal Kaspar fue uno de los más grandes propagandistas de la devoción al Niño Jesús. Cuando era todavía un joven apóstol, una vez algunos alumnos le pidieron que les narrara la historia de la devoción al Niño Jesús y algunos milagrosa del Niño Dios el sabía muy poco de esto y no pudo narrar nada. Esto lo lleno de vergüenza y se puso a estudiar bien la historia de la devoción al Niño Jesús y aprenderse muchos milagros obrados por El. Y en adelante empleó toda su vida en propagar la devoción al Niño Jesús y vio admirables en los que seguían esta devoción. En Alemania desde el año 1697, año en el que un gran misionero recorrió los pueblos llevando una imagen del Divino Niño y explicando los favores admirables que Dios concede a quienes se los piden por los méritos de la Infancia de Jesús, la devoción al “Pequeño – Grande”, como lo llamaba la gente, llenó de fervor los corazones, y fueron tantos los favores que se publicó un libro narrando los prodigios obtenidos por los devotos del Niño Jesús. | En Bélgica ha sido una de las naciones que más ha honrado al Niño Jesús. Junto a una imagen suya que hay en el convento de las Hermanas Carmelitas se han obrado Tales maravillas a favor de los devotos del Divino Niño, que los fieles le tienen un inmenso amor y la pequeña iglesia se convirtió en santuario nacional visitado por peregrinos llegados de todas partes del país. Y se han conseguido verdaderos milagros admirados a todos. Igualmente dicen que en Bélgica el Niño Jesús tiene tantos altares cuantos corazones de devotos hay allá, porque cada uno lo venera y adora en su espíritu cada día. Y allí unas personas que les parece haber recibido de Dios el llamado a repartir por todas partes imágenes y estampas del Divino Niño y han llenado enormemente la devoción y consiguiendo muchas bendiciones del cielo. |
Ante la imagen del Divino Niño en Bélgica sucede como en otros países: a toda hora del día se ven fieles de toda clase, edad y condiciones, postrados orando al Señor, implorando protección por sus problemas y necesidades, y continuamente llegan personas a dar gracias por grandes favores recibidos. |