10mo. Sábado



Meditación sobre el quinto misterio doloroso : Muerte de Jesús en la Cruz. Lectura, San Juan 19: 25-30

Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, y la hermana de su madre, María, esposa de C1eofás, y María Magdalena. Cuando Jesús vio a su madre, y junto a ella al discípulo a quien él quería mucho, dijo a su madre, "Mujer, ahí tienes a tu hijo." Luego le dijo al discípulo, "Ahí tienes a tu madre." Desde entonces, ese discípulo la recibió en su casa.

Después de esto, como Jesús sabía que ya todo se había cumplido, y para que se cumpliera la Escritura, dijo: "Tengo sed." Había allí un jarro lleno de vino agrio. Empaparon una esponja en el vino, la ataron a una rama de hisopo y se la acercaron a la boca. Jesús bebió el vino agrio, y dijo: "Todo está cumplido." Luego inclinó la cabeza y entregó el espíritu.

Virtud.- Fortaleza.

Práctica.- Todas las penas que se os presenten en este día, sobrellevadlas con valor, imaginandoos estar crucificado con Jesús. Venced con ánimo las tentaciones, acordandoos que el que es de Cristo, debe estar crucificado con Cristo. Perdonad al que os ofenda, como Él perdonó a los que le crucificaron y por amor a la Santísima Virgen renuncia a todo deseo de venganza y odio.

Jaculatoria.- Oh María, Madre de dolores, haced que los llore contigo.
Recordatorio Sor María Romero Meneses : Nunca llegará a ser realmente devoto quién se entregue a la vida de los sentidos, de la imaginación y de las pasiones, no ya en cosas malas y pecaminosas, pero aún en las meramente indiferentes; porque el primer paso para la verdadera devoción, es cautivar los sentidos, la imaginación y las pasiones, sin permitirles imperio alguno desordenado sobre la voluntad ( F II 38 ).

ORACIÓN DE CONSAGRACION DEL DECIMO SABADO
Oh Reina de los mártires, por el dolor que sintió tu maternal corazón al ver a tu Jesús morir en una Cruz entre atroces tormentos, abandonado de todos y sin consuelo alguno, haced que yo muera a mí mismo, al mundo y al pecado, para vivir solamente en el Corazón de Jesús, abandonado en sus brazos amorosos.

ORACIÓN para ANTES DE LA COMUNION
Oh Salvador mío y Dios mío, por tu nacimiento, pasión y muerte y por tu gloriosa resurrección, concédeme estas gracias ( se piden ).
Te las pido por el amor de este misterio en honor del cual recibiré tu Carne y Sangre divina. Te las pido por tu Corazón Sacratísimo, por tu Santísima Madre Inmaculada, por tu Santísimo Nombre, oh Jesús, mío, por el que has prometido toda suerte de gracias.

ORACIÓN A LA SANTÍSIMA VIRGEN
Oh Reina, gloriosa del Santísimo Rosario, Hija del Eterno Padre, Madre del Divino Hijo y Esposa del Espíritu Santo, por tus goces y dolores, por tus glorias y por los méritos de este misterio en honor del cual ahora me acerco a la Santa Mesa, te pido con toda mi alma me concedas estas gracias, Angel de mi guarda, acompáñame y sugiéreme los afectos más santos, más humildes y más puros que me sean posibles.

ORACION PARA DESPUES DE LA COMUNION
Oh Salvador mío y Dios mío, por tu nacimiento, pasión y muerte y por tu gloriosa resurrección, concédeme estas gracias ( se piden ).
Te las pido por el amor de este misterio en honor del cual me he acercado a la Santa Mesa. Te las pido por tu Corazón Sacratísimo, por tu Santísima Madre Inmaculada, por tu Santísimo Nombre, oh Jesús, mío, por el que has prometido toda suerte de gracias.

ORACIÓN A SAN JOSÉ
Oh Padre Augusto de Jesús y Padre nuestro San José, a quién el Eterno Padre confió su querido Hijo, el Espíritu Santo; su castísima Esposa; y la Madre Virgen, todos los tesoros de su virginidad. Tú que tanto puedes con el Corazón de Jesús y el de María, tienes que concederme estas gracias que tanto deseo.

ORACIÓN A JESÚS CRUCIFICADO
Heme aquí, mi amado y buen Jesús, que postrado en vuestra santísima presencia, os ruego con el fervor más vivo que imprimáis en mi corazón los sentimientos de Fe, de Esperanza, de Caridad, de dolor de mis pecados y de propósito de no ofenderos más; mientras yo con todo el amor y con toda la compasión considero vuestras cinco llagas, comenzando de lo que de Vos, oh Dios mío, dijo el Santo Profeta David: Traspasaron mis manos y pies y contaron todos mis huesos.

( Según la intención del Sumo Pontífice y para ganar la indulgencia plenaria:
Padre Nuestro...,
Dios te Salve María...,
Gloria...).
Contemplando una imagen de Jesús Crucificado