Oración de los padres por la fe de sus hijos

Es fundamental en la vida favorecer a sus hijos la experiencia de Dios que va marcar la vida de fe del niño y que posteriormente puede dar respuesta a las interrogantes de la vida.  Por eso, no solo basta llevarlos a la catequesis, sino orar por ellos para que se abran a la Fe, que amen a Dios.

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ORACIÓN DE LOS PADRES POR LA FE DE SUS HIJOS

Padre y Señor nuestro, fuente de toda familia, somos un matrimonio cristiano. Como esposos, formamos una comunidad conyugal gracias al Espíritu derramado en nuestros corazones por el sacramento del matrimonio. En virtud de tu llamada, nos sentimos padres dadores de vida. En esta oración compartida te rogamos, Dios nuestro, que la fe cristiana oriente toda nuestra vida, individual y familiar.

Con tu bendición hemos engendrado a nuestros hijos para la vida temporal. Pero nuestra vocación nos pide colaborar con tu gracia y engendrarlos también para la vida eterna. Ya que de ti los hemos recibido como un don precioso, confiamos que nos concederás cuanto necesitamos para hacerlos hijos tuyos. Sólo así lograremos ser padres en plenitud, y nos sentiremos felices con nuestra vocación de esposos y padres.


Para lograrlo, hemos escogido como patrona y modelo a santa Mónica.
Ella alcanzó la felicidad entregándose a su esposo de todo corazón y cuidando a los hijos, en especial a su hijo Agustín. Santa Mónica, perseveró en la súplica constante por los suyos hasta convertirlos a ti plenamente.

Para que miremos siempre a la Sagrada Familia de Nazaret como modelo de nuestro hogar, e imitemos sus virtudes domésticas:
¡Ayúdanos, Padre y Señor nuestro!

Para que si alguno de nuestros hijos vacila en la fe o se desvía de ella, nosotros sepamos cercarlo de consejos y oraciones, hasta que retorne a la fe:
¡Ayúdanos, Padre y Señor nuestro!

Para que demos ejemplo a nuestros hijos y nietos en su ardua tarea de formar verdaderos hogares auténticamente cristianos:
¡Ayúdanos, Padre y Señor nuestro!

Para que al tratar con otros padres, avivemos en ellos su preocupación por el porvenir y bienestar espiritual de sus hijos, y logremos acercarlos a la vida de la parroquia y de la Iglesia:
¡Ayúdanos, Padre y Señor nuestro!

Publicado en: Madres Mónicas