Textos bíblicos, meditaciones y oraciones para el Octavario 2010
INDICE
Día primero
Día segundo
Día tercero
Día cuarto
Día quinto
Día sexto
Día septimo
Día octavo
¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo? (Lc 24,5)
Gn 1, 1.26-31 Dios vio todo lo que había hecho, y todo era muy bueno
Sal 104, 1-24 Qué abundantes son tus obras, Señor
1 Co 15, 12-20 Si los muertos no han de resucitar, es que tampoco Cristo ha resucitado
Lc 24, 1-5 ¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo?
Comentario
Nuestro camino hacia la unidad de los cristianos se arraiga firmemente en nuestra fe común
en la resurrección de Jesucristo; celebramos no sólo la vida que Dios nos dio sino también la
nueva vida que nos ofrece de una vez por todas por la victoria de Jesús sobre la muerte. Al
reunirnos en esta Semana de oración para la unidad de los cristianos, damos testimonio de
nuestra fe común manifestando nuestra preocupación por toda la vida humana. La vida es el
don que Dios nos hizo y la conservamos y la celebramos, y especialmente damos testimonio
de que Él, en su amor benévolo, nos dio la vida.
La lectura del libro del Génesis nos recuerda el poder y la energía creadora de Dios. Es el
poder y la energía que San Pablo descubre cuando experimenta la resurrección de Jesús.
Exhorta a los habitantes de Corinto a colocar toda su confianza en el Señor resucitado y en la
nueva vida que nos ofrece.
El salmo prosigue sobre el mismo tema declarando la gloria de la creación divina.
El pasaje del evangelio de este día nos exhorta a buscar la nueva vida frente a la cultura mortífera que a menudo el mundo nos propone. Nos da ánimo para tener confianza en el poder de Jesús y, así, experimentar la vida y la curación.
Hoy damos gracias a Dios por su testimonio de amor para con nosotros: por el conjunto de la creación, por nuestros hermanos y hermanas del mundo entero, por la comunión en el amor, por el perdón y la curación, y por la vida eterna.
Oración
Señor, Tú que eres nuestro creador, te alabamos por todos los que dan testimonio de su fe con sus palabras y acciones. Viviendo plenamente nuestra vida, sentimos tu presencia amorosa en las numerosas experiencias que nos das de conocer. Haz que estemos unidos en nuestro testimonio común cuando celebramos la vida, tú que nos bendices, tú que eres el autor de toda la vida.
Cuestiones para la reflexión
l. ¿En qué medida el propio testimonio y el de su Iglesia celebran la vida?
2. ¿Su testimonio puede conducir a otras personas a comprender que Cristo ha resucitado de
entre los muertos?
3. En su vida, ¿qué ámbitos se consideran como esferas de crecimiento personal?
4. ¿Existen cosas del pasado en las cuales las Iglesias se enganchan y de las cuales una nueva
conciencia ecuménica nos invita a desprendernos?
INDICE
¿Qué es eso que discutís mientras vais de camino? (Lc 24,17)
Jr 1, 4-8 Irás a todos los sitios adonde yo te envíe
Sal 98 (97) Cantad al Señor un cántico nuevo
Hch 14, 21-23 Animándolos a permanecer firmes en la fe
Lc 24, 13-17a ¿Qué es eso que discutís mientras vais de camino?
Comentario
Compartir nuestras experiencias personales es una manera poderosa de dar testimonio de nuestra fe en Dios. Escucharnos mutuamente con respeto y con atención nos permite encontrar a Dios en la misma persona con la cual tenemos este intercambio.
La lectura de Jeremías nos ofrece un testimonio que señala la llamada de Dios al profeta.
Debe compartir lo que ha recibido para que así los hombres entiendan la Palabra de Dios y fundamenten en ella sus existencias.
Los discípulos de la Iglesia primitiva recibieron también esta llamada a proclamar la Palabra de Dios, como da testimonio la lectura de los Hechos de los Apóstoles.
El Salmo nos invita elevar a Dios un canto de alabanza y acción de gracias. El Evangelio de este día nos presenta una imagen de Jesús sanando nuestra ceguera y disipando nuestras decepciones. Nos ayuda a situar nuestras experiencias en el desarrollo del único plan de Dios.
Durante esta Semana de oración por la unidad de los cristianos escuchamos a otros cristianos hablar de su fe con el fin de encontrar a Dios en todas las múltiples maneras en que se nos revela. Somos también conscientes de que nuestro acercamiento a otros puede hacerse gracias a la realidad virtual de la tecnología. Los medios modernos de comunicación pueden ayudarnos a compartir más ampliamente nuestra experiencia, y a crear así una comunidad que se revela más amplia y más ancha que la realidad puramente física.
Una escucha atenta nos hace crecer en la fe y en el amor. A pesar de la diversidad de nuestro testimonio personal y colectivo, descubrimos que estamos vinculados unos a los otros en una misma historia, la del amor de Dios que se nos reveló en Jesucristo.
Oración
Señor de la historia, te damos gracias por todos los que nos hablaron de su fe y dieron testimonio así de tu presencia en sus vidas. Te alabamos por la riqueza de nuestra vida tanto como individuos como Iglesias. En estos relatos, percibimos el despliegue de una sola y misma historia, la de Jesucristo. Danos el valor y la fuerza de hablar de nuestra fe a los que encontramos para que todos conozcan el mensaje de tu Palabra.
Cuestiones para la reflexión
1. ¿Se habla del Evangelio o se discute simplemente de cosas y de otros?
2. ¿Estamos abiertos, nosotros o nuestra Iglesia, para interesarnos por los demás?
3. ¿Estamos abiertos para hablar de la fe a otras personas y dar testimonio de la presencia de
Dios en su experiencia personal con relación a la vida y a la muerte?
4. ¿Tenemos conciencia del potencial enorme y positivo que los medios modernos de comunicación pueden ofrecer a la Iglesia hoy?
INDICE
“Seguramente tú eres el único en toda Jerusalén que no se ha enterado de lo que ha pasado allí estos días” (Lc 24,18)
1 Sm 3, 1-10 Habla, Señor, que tu servidor escucha
Sal 23 (22) El Señor es mi pastor
Hch 8, 26-40 Felipe anunciando la buena noticia de Jesús
Lc 24, 13-19a Sus ojos ofuscados empiezan a reconocerlo
Comentario
Crecer en la fe es un planteamiento complejo. Muchas personas tienen hoy una vida muy llena y deben hacer frente a numerosas obligaciones y responsabilidades. Es fácil no percibir el amor de Dios que se nos revela en nuestra vida diaria y en nuestras distintas experiencias.
Si nos dejamos solicitar por todo y sumergirnos en nuestras actividades, corremos el riesgo de
no ver lo que realmente está bajo nuestros ojos. Como los dos discípulos del Evangelio, tenemos una opinión parcial sobre la verdad, y pensamos a veces conocer la realidad e intentamos explicar nuestra visión de las cosas a los otros. En el mundo de hoy, estamos invitados a percibir la presencia de Dios en todos los acontecimientos sorprendentes o improbables de nuestra vida.
La lectura del Antiguo Testamento de este día nos hace entender cómo Dios llama e invita a
Samuel a dar testimonio. Pero Samuel debe sobre todo oír su Palabra. Eso presupone disponibilidad y voluntad de ponerse a la escucha de Dios.
Con la lectura de los Hechos, encontramos este deseo de escucha de la Palabra de Dios en Felipe y en el eunuco etíope. Dan testimonio de su fe respondiendo a lo que se les pide en ese momento preciso. Escuchan atentamente y responden en consecuencia.
El salmo del Buen Pastor refleja la confianza tranquila del que tiene conciencia de la solicitud de Dios que reúne a su rebaño y conduce a sus ovejas a verdes praderas.
Durante esta Semana de oración por la unidad de los cristianos intentamos tomar conciencia que Dios está presente en todos los acontecimientos y experiencias diarias. Nos encontramos con personas que nos son familiares y otras que son extrañas. Durante estos intercambios, conocemos algo de la experiencia espiritual de los otros y nuestra visión de la realidad de Dios se encuentra renovada. Esta conciencia de la presencia de Dios nos anima a trabajar en favor de la unidad de los cristianos.
Oración
Señor, Buen Pastor, que vienes a nuestro encuentro y nos acompañas cada día de nuestra vida.
Concédenos la gracia de ser conscientes de todo lo que haces por nosotros. Te pedimos que nos ayudes a abrirnos a todo lo que nos ofreces y de reunirnos en un solo rebaño.
Cuestiones para la reflexión
1. ¿Cuándo tomamos conciencia de la presencia de Dios en nuestra vida?
2. ¿Tenemos conciencia de los grandes momentos de alegría y de las tragedias que ocurren en el mundo y, a vuestro modo de ver, con qué acción común las Iglesias podrían responder?
3. ¿Para dar testimonio de la fe, parece suficiente estar atentos, o se podrían hacer otras cosas?
4. ¿Cómo se consigue percibir que Dios está en la realidad cuando su presencia no responde a
nuestra espera?
INDICE
“¿Pues qué ha pasado? Le dijeron: Lo de Jesús de Nazaret” (Lc 24,19)
Dt 6, 3-9 El Señor Dios es el único Señor
Sal 34 Bendigo al Señor en todo momento
Hch 4, 32-35 Un mismo sentir y pensar
Lc 24, 17-21 Nosotros teníamos la esperanza…
Comentario
Todos tenemos una enorme deuda de gratitud hacia los que nos ha dado una base para nuestras vidas cristianas. Son numerosos los hombres y mujeres que, por sus oraciones, su testimonio y sus celebraciones, supieron transmitir la fe a las generaciones siguientes. En Escocia, nos beneficiamos de una maravillosa herencia cristiana. Tenemos a san Ninian en el siglo IV, san Columbano en el siglo VI, y los numerosos santos célticos cuya fe se arraigaba en el amor de Dios y en la admiración de su Creación. La fe de los escoceses debe también verse en el papel importante desempeñado en la difusión de la Reforma del siglo XVI y en el modo en el cual este espíritu se mantuvo firmemente después.
Las lecturas de este día afirman la importancia del apoyo de la comunidad de fe para garantizar la difusión de la Palabra de Dios. El pasaje del Deuteronomio nos ofrece la bella oración de nuestros hermanos y hermanas judíos que alababan a Dios diariamente con estas palabras. El salmo nos propone dar testimonio de nuestra herencia de creyentes en la alabanza, para que nuestra fe se manifieste en la glorificación y la acción de gracias. El pasaje de los Hechos revela una comunidad unida en la fe y la caridad. El pasaje del Evangelio nos presenta a Jesús de Nazaret como el centro de la herencia de nuestra fe.
Uniéndonos a nuestros hermanos y hermanas cristianos en la oración por la unidad durante esta semana, acogemos la rica variedad y la diversidad de nuestra herencia cristiana. Y pedimos que la conciencia de nuestra herencia común nos una más estrechamente progresando en la fe.
Oración
Señor Dios nuestro, te damos gracias por todas las personas y comunidades que nos han transmitido el mensaje de la Buena Noticia y así nos han dado una base sólida para nuestra fe.
Te pedimos que también demos juntos testimonio de nuestra fe, con el fin de fomentar que otros te conozcan y pongan su confianza en la verdad de la salvación ofrecida por Jesucristo para la vida del mundo.
Cuestiones para la reflexión
l. ¿Quiénes son los que nos han inspirado en la fe?
2. ¿Cuáles son los aspectos de fe que inspiran nuestra vida diaria?
3. ¿Qué principales enseñanzas consideramos que se nos transmitieron?
4. ¿Cómo podemos reconocer que Dios está trabajando con nosotros en la transmisión de la fe a las generaciones futuras?
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“¿No tenía que sufrir el Mesías todo esto antes de ser glorificado?”
(Lc 24,26)
Is 50, 5-9 Él es mi ayuda
Sal 124 Nuestro auxilio es el nombre del Señor
Rm 8, 35-39 El amor que Dios nos tiene en Cristo Jesús
Lc 24, 25-27 Les explicó cada uno de los pasajes que se referían a él mismo
Comentario
Durante los últimos años, dos acontecimientos ocurridos en Escocia han hecho que este pequeño país se haya convertido repentinamente en el centro de la atención de los medios de comunicación del mundo entero. El atentado aéreo sobre Lockerbie y la masacre de los niños en la escuela de Dunblane aportaron notoriedad a una nación que se acordará siempre de estas atroces pérdidas de vidas humanas. Los dos acontecimientos causaron sufrimientos y aflicciones increíbles a un gran número de personas, y sus consecuencias se sintieron más allá de los límites físicos de estas dos localidades. Inocentes encontraron la muerte en circunstancias espantosas.
La realidad del sufrimiento es algo de lo que habla con fuerza el profeta Isaías en el pasaje de hoy donde nos recuerda que Dios no renuncia nunca a ver la humanidad sufriente. En cambio, el salmo declara la necesaria confianza que guarda el creyente hacia su Salvador.
La Carta a los Romanos declara la certeza que el amor es todavía más fuerte, y que el dolor y el sufrimiento nunca prevalecerán ya que antes de ofrecer al mundo la resurrección, Cristo entró en una agonía atroz y en la oscura cavidad de la tumba para estar totalmente con nosotros hasta en nuestras peores miserias.
Tras el Señor, los cristianos en búsqueda de la plena unidad manifiestan su solidaridad hacia aquellos que se enfrentan en la existencia con situaciones trágicas de sufrimientos, confesando que el amor es más fuerte que la muerte. Y de la humillación extrema de la tumba, la resurrección llegó a ser como un nuevo sol para la humanidad; como un clamor anunciante de vida, de perdón y de inmortalidad.
Oración
Dios Padre nuestro, que ves con compasión nuestras situaciones de miseria, sufrimientos, pecado y muerte, te pedimos el perdón, la curación, la consolación y el apoyo en la prueba.
Te damos gracias por los que llegan a percibir tu luz en su aflicción. Que tu Espíritu divino nos enseñe la inmensidad de tu compasión para volvernos solidarios en el dolor. Y que colmados de sus bendiciones, podamos en la unidad proclamar y compartir con el mundo la victoria de tu Hijo que vive para siempre.
Cuestiones para la reflexión
1. ¿Cómo se puede mostrar empatía hacia los que sufren y están en el dolor?
2. ¿Qué sabiduría y qué profundizaciones hemos adquirido a través del sufrimiento que hemos conocido en la propia vida?
3. ¿Cómo vivimos la solidaridad con el sufrimiento y la opresión de numerosas personas que conocen la pobreza en este mundo y qué experiencia tenemos?
4. ¿Cómo podemos darnos cuenta de la misericordia de Dios y de la esperanza que ponemos en la luz de la cruz de Cristo?
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“¿No nos ardía ya el corazón cuando conversábamos con él por el camino y nos explicaba las Escrituras?” (Lc 24,32)
Is 55, 10-11 La palabra que sale de mi boca no volverá a mí sin cumplir su cometido
Sal 119 (118), 17-40 Abre mis ojos para que vea las maravillas de tu ley
2 Tm 3, 14-17 Toda Escritura está inspirada por Dios
Lc 24, 28-35 Jesús explica las Escrituras a los discípulos
Comentario
Los cristianos tienen el privilegio de descubrir la Palabra de Dios en la lectura de las Santas
Escrituras y la celebración de los sacramentos. Por la escucha fiel a la proclamación de las Escrituras y la lectura fervorosa de los distintos libros de la Biblia, abren sus corazones y su espíritu para acoger la Palabra misma de Dios. Jesús prometió a sus discípulos que enviaría el Espíritu Santo para que comprendieran la Palabra de Dios y guiarlos hacia la verdad completa.
Desde un punto de vista histórico, los cristianos se dividieron tanto con respecto a la lectura como a la comprensión de la Palabra de Dios. A menudo han utilizado la Biblia para destacar su desacuerdo más que para buscar reconciliarse. Afortunadamente, gracias a las Santas Escrituras los cristianos recientemente se acercaron unos a otros en su búsqueda de la unidad.
El estudio común de la Biblia pasó a ser uno de los principales medios de crecer juntos en la fe. Como cristianos, el camino que celebramos durante esta Semana de oración por 1a unidad de los cristianos es afianzada firmemente en nuestra escucha común de la Palabra de Dios, en nuestro esfuerzo para comprenderla y vivirla juntos.
El profeta Isaías nos recuerda que cuando se proclama con fuerza, la Palabra de Dios es verdaderamente eficaz. No vuelve de nuevo hacia Dios sin resultado sino que hace efectivo el objetivo para el cual Dios la envió. Encontramos este mismo mensaje en las palabras dirigidas a Timoteo, cuando es invitado a creer en la eficacia de las Escrituras que son, para los fieles, un instrumento para hacer el bien. El salmo alaba las palabras y las disposiciones del Señor y nos ayuda en nuestro discernimiento para que amemos la Ley sagrada.
Durante esta Semana de oración por 1a unidad de los cristianos, oramos para que todos los cristianos puedan penetrar más profundamente el misterio de la maravillosa revelación divina tal como se nos muestra en las Santas Escrituras. Suplicamos que el Espíritu Santo nos ayude a comprender mejor la Palabra de Dios y orientarnos en nuestro camino común en la fe, hasta que estemos reunidos de nuevo alrededor de la única mesa del Señor.
Oración
Oh Dios, alabamos y agradecemos tu Palabra que nos salva y que las Santas Escrituras nos ofrecen. Te agradecemos también compartir tu Palabra y descubrir la abundancia de tu amor en los hermanos y hermanas. Te pedimos nos concedas la luz del Espíritu Santo para que tu Palabra nos guíe y oriente nuestros pasos en nuestra búsqueda de una mayor unidad.
Cuestiones para la reflexión
1. ¿Cuáles son los pasajes de la Escritura que, para nosotros, son los más significativos?
2. ¿Quién o qué hace nacer una ardiente pasión por el Evangelio y el deseo de testimoniar a
Cristo?
3. ¿Qué pasajes de las Escrituras nos ayudan a comprender mejor el testimonio de los otros
cristianos?
4. ¿A vuestro modo de ver, cómo las Iglesias podrían utilizar las Escrituras de manera más
eficaz en sus vidas y en su oración diaria?
INDICE
“¿Por que os asustáis y por qué dudáis tanto en vuestro interior?” (Lc 24,38)
Jb 19, 23-27 Yo mismo lo contemplaré
Sal 63 (62) Mi alma tiene sed de Dios
Hch 3, 1-10 Te daré lo que poseo
Lc 24, 36-40 Los discípulos estaban sorprendidos y muy asustados
Comentario
En su curso de vida y fe, todos los cristianos atraviesan momentos de duda. Cuando no llegan a reconocer la presencia de Cristo resucitado, el encuentro entre ellos puede a veces reforzar estas dudas más bien que reducirlas.
Los cristianos tienen el reto de seguir creyendo que, si no ven ni sienten la presencia de Dios, Dios está con ellos. Las virtudes de la fe, la esperanza y la caridad les dan poder testimoniar que con la fe, pueden ir más allá de sus propias capacidades.
El personaje de Job nos ofrece el ejemplo del que tiene de afrontar duras tribulaciones y pruebas y que pide tener un apretado debate con Dios. A pesar de todo, en la fe y la esperanza estaba convencido de que Dios permanecería con él. Encontramos esta confianza y esta convicción en las acciones de Pedro y Juan durante el relato del minusválido que es relatado en los Hechos. Su fe en el nombre de Jesús les permite dar un poderoso testimonio delante de todas las personas presentes.
El salmo de hoy es una oración que refleja nuestra profunda aspiración en el amor inquebrantable de Dios.
Nuestro encuentro durante esta Semana de oración por la unidad de los cristianos ofrece a nuestras comunidades la posibilidad de crecer juntos en la fe, la esperanza y el amor. Damos prueba del amor inquebrantable de Dios para todos los seres humanos y de su fidelidad hacia la Iglesia una que estamos llamados a ser.
Cuanto más testimonio demos juntos, mucho mas fuerte será nuestro mensaje.
Oración
Dios de la esperanza, haznos descubrir el proyecto que tienes para tu Iglesia y haz que superemos nuestras dudas. Refuerza nuestra fe en tu presencia para que todos los que profesen su fe en ti puedan celebrarte juntos en espíritu y en verdad. Te pedimos especialmente por todos los que dudan actualmente o cuya vida se obscurece por el peligro o el miedo. Permanece con ellos y dales tu presencia que es consolación.
Cuestiones para la reflexión
1. ¿Cómo afrontamos nuestros propios miedos y dudas?
2. ¿En qué medida nuestro comportamiento puede ser fuente de temor o ansiedad para otros?
3. ¿En qué circunstancias afrontamos nuestros propios miedos y dudas y damos testimonio de fe en Cristo superando estas dificultades?
4. ¿Cómo las comunidades cristianas pueden fomentar unas y otras la fe y la esperanza?
INDICE
“¿Tenéis aquí algo que comer?” (Lc 24,41)
Gn 18, 1-8 Voy a buscar algo de comer para que repongáis fuerzas
Sal 146 (145) Hace justicia a los oprimidos y da pan a los que tienen hambre
Rm 14, 17-19 Busquemos con afán lo que contribuye a la paz y a la convivencia mutua
Lc 24, 41-48 Entonces abrió su mente para que comprendieran el sentido de las Escrituras
Comentario
Hoy, gracias a los medios de comunicación electrónica, todos estamos cercanos unos de otros en este planeta pequeño y superpoblado. Como en el tiempo de Lucas, numerosas son las personas y las comunidades que han tenido que abandonar sus casas y encontrar refugio en tierra extranjera. Nuestras comunidades han descubierto nuevas religiones y culturas extranjeras gracias a la llegada de fieles de las grandes religiones mundiales.
Durante la Semana de oración por la unidad de los cristianos, reconocemos en nuestro camino
común hacia la unidad la hospitalidad y la fraternidad de los cristianos de todas las Iglesias.
Cristo nos pide también acoger al extranjero y dejarnos acoger por él que es en adelante nuestro vecino. Queda claro que si no podemos ver a Cristo en el otro, entonces no podemos verlo de ninguna manera. La historia que se nos dice en el Génesis describe cómo Abraham recibió a Dios al abrir su casa y al ofrecer la hospitalidad a los extranjeros.
El Dios de toda la creación sostiene también al preso, al ciego y al extranjero. El salmo de hoy es una alabanza a Dios por su fidelidad eterna y por todo lo que hace por nosotros.
La carta a los Romanos nos recuerda que el Reino de Dios se realiza a través de la justicia, la
paz y la alegría en el Espíritu Santo.
Cristo resucitado reúne a sus discípulos, come con ellos y lo reconocen. Les recuerda lo que las Escrituras decían de él y les explica lo que no habían comprendido hasta entonces. Así les libera de sus dudas y temores y los envía a dar testimonio de todo eso. Al crear este espacio de encuentro con él, les da recibir su paz, que implica la justicia para los oprimidos, la solicitud hacia los hambrientos, y el estímulo mutuo que son los dones del nuevo mundo de la resurrección. Como ellos, podemos encontrar a Cristo cuando nos ofrecemos a compartir nuestra vida y nuestros talentos.
Oración
Dios de amor, nos has mostrado tu hospitalidad en Cristo. Reconocemos que es compartiendo nuestros dones con los otros como te encontramos a ti. Danos la gracia de estar unidos cuando caminamos juntos y de reconocerte en cada uno de nosotros. Acogiendo al extranjero en tu nombre, haz que demos testimonio de tu hospitalidad y de tu justicia.
Cuestiones para la reflexión
1. ¿En qué medida el país donde vivimos se muestra acogedor hacia los extranjeros?
2. ¿Entre nosotros, cómo se acoge al extranjero? ¿Se le concede un espacio donde vivir?
3. ¿Cómo podemos manifestar la gratitud hacia los que supieron acogerlos mostrándose disponibles?
4. ¿Cómo la Cruz nos muestra que la hospitalidad de Dios es una hospitalidad vivida en el don total de sí?
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