5to Sábado



MEDITACION SOBRE EL QUINTO MISTERIO GOZOSO:
Jesús perdido y hallado en el Templo
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Lectura, San Lucas 2: 41-50,
Los padres de Jesús iban todos los años a Jerusalén para la fiesta de la Pascua. Y así, cuando Jesús cumplió doce años, fueron allá todos ellos, como era costumbre en esa fiesta. Pero pasados aquellos días, cuando volvían a casa, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que sus padres se dieran cuenta. Pensando que Jesús iba entre la gente, hicieron un día de camino; pero luego, al buscarlo entre los parientes y conocidos, no lo encontraron. Así que regresaron a Jerusalén para buscarlo allí. Al cabo de tres días lo encontraron en el templo, sentado entre los maestros de la ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Y todos los que lo oían se admiraban de su inteligencia y de sus respuestas. Cuando sus padres lo vieron se sorprendieron; y su madre le dijo: "Hijo, por qué nos has hecho esto? Tu padre y yo te hemos estado buscando llenos de angustia." Jesús les contestó: "¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que yo tengo que estar en la casa de mi Padre?" Pero ellos no entendieron lo que les decía.

Práctica.- Haced hoy la voluntad de los demás en todo, sin oponeros. Reprimid vuestros deseos de tener siempre razón, y verlos al momento puestos en práctica.

Jaculatoria.- Oh María, estrella del mar, sálvame de las angustias en que me encuentro.

Recordatorio.- Sor María Romero Meneses: Nos vemos tentados de risa, al ver a un niño que llora a lágrima viva porque le han quitado un juguete... ¡muchas de nuestras miserias, la mayor parte de ellas, son de ese mismo valor! ¡ Dejemos  juguetes a  niños y seamos hombres! Miremos la vida cara a cara y tal cual es, aceptémosla. Tiene sufrimientos, sí, más un corazón valiente sabe sufrir; tiene también goces; más un corazón fuerte lgusta y no se deja arrastrar por ellos ( F II 8 ).

ORACIÓN DEL QUINTO DIA¡Oh María!, Ejemplo preclaro de paciencia, por el gozo que probaste cuando después de haber buscado tres días a Jesús, le encontraste en el templo, haz que también yo te imite buscando a Jesús en todos instantes de mi vida, y finalmente me encuentre en sus brazos a la hora de la muerte para que nunca jamás lo pierda.
( Oraciones para antes y después de la Comunión ).

ORACIÓN
( Se dirá  antes de la Comunión ).
Oh Salvador mío y Dios mío, por tu nacimiento, pasión y muerte y por tu gloriosa resurrección, concédeme estas gracias ( se piden ).
Te las pido por el amor de este misterio en honor del cual recibiré tu Carne y Sangre divina. Te las pido por tu Corazón Sacratísimo, por tu Santísima Madre Inmaculada, por tu Santísimo Nombre, oh Jesús, mío, por el que has prometido toda suerte de gracias.

ORACIÓN A LA SANTÍSIMA VIRGEN
Oh Reina, gloriosa del Santísimo Rosario, Hija del Eterno Padre, Madre del Divino Hijo y Esposa del Espíritu Santo, por tus goces y dolores, por tus glorias y por méritos de este misterio en honor del cual ahora me acerco a la Santa Mesa, te pido con toda mi alma me concedas estas gracias, Angel de mi guarda, acompáñame y sugiéreme afectos más santos, más humildes y más puros que me sean posibles.
( Después de la Comunión se dirá la misma oración que se dijo antes de comulgar, a Nuestro Señor y a la Virgen cambiando la frase de petición en esta forma ).
Te las pido por el amor de este misterio en honor del cual me he acercado a la Santa Mesa.

ORACIÓN A SAN JOSÉ
Oh Padre Augusto de Jesús y Padre nuestro San José, a quién el Eterno Padre confió su querido Hijo, el Espíritu Santo; su castísima Esposa; y la Madre Virgen, todos tesoros de su virginidad. Tú que tanto puedes con el Corazón de Jesús y el de María, tienes que concederme estas gracias que tanto deseo.

ORACIÓN A JESÚS CRUCIFICADO
Heme aquí, mi amado y buen Jesús, que postrado en vuestra santísima presencia, os ruego con el fervor más vivo que imprimáis en mi corazón sentimientos de Fe, de Esperanza, de Caridad, de dolor de mis pecados y de propósito de no ofenderos más; mientras yo con todo el amor y con toda la compasión considero vuestras cinco llagas, comenzando de lo que de Vos, oh Dios mío, dijo el Santo Profeta David: Traspasaron mis manos y pies y contaron todos mis huesos.
( Según la intención del Sumo Pontífice y para ganar la indulgencia plenaria:
Padre Nuestro...,
Dios te Salve María...,
Gloria...).
Contemplando una imagen de Jesús Crucificado ).